Encontrar un paso más accesible para el comercio entre Europa y Asia a través de América se había vuelto un imperativo para las empresas de todos los países, especialmente para las estadounidenses, que vivían la fiebre del oro. La construcción del ferrocarril que permitiría unir los océanos Atlántico y Pacífico estuvo atravesada por la ambición ciega, el engaño y la competencia desleal entre todos aquellos que se vieron seducidos por la promesa de amasar grandes fortunas. El caballo de oro narra esta descomunal aventura que superó todas las previsiones, cobrando la vida y esperanzas de muchos de quienes se atrevieron a soñar con una hazaña que sólo encuentra parangón con la apertura del canal de Panamá. Esta clásica obra de Juan David Morgan, llevada, entre otras lenguas, al inglés y al japonés, es una justa revisión del papel que los Estados Unidos han jugado en la conformación de la economía latinoamericana y una lectura tan potente como indispensable.